En ocasiones los padres suelen confundir el bienestar con la felicidad. Se suele decir…”Quiero darle a mi hijo todo lo que yo nunca tuve, para que sea feliz”
Todo = mayor bienestar económico
Pero la felicidad que tu hijo necesita es aquella que nunca se acaba, porque no depende del bienestar.
Y te preguntarás, ¿Dónde puedo encontrar esa felicidad para mi hijo?
Te sorprenderá descubrir que lo que tu hijo más necesita no se encuentra en las cosas materiales. Se encuentra dentro de él.
Todas las personas llevamos en nuestro interior un inmenso anhelo de amar y ser amados, porque Dios nos ha creado por Amor.
Por eso, nuestro anhelo de Amor y felicidad es tan grande que solo se puede saciar por Aquel que nos ha creado.
Nuestra vocación de vida es el Amor. Es dar una respuesta constante al Amor que nos ha precedido.
Por eso, el mayor regalo que le podés dar a tu hijo para que siempre sea feliz es LA FE. El corazón de tu hijo está bien hecho. Enseñale a Amar a Dios, así como Él le Amó primero y será feliz.
San Agustín dijo:
“Nos creaste para ti, Señor, y nuestro corazón andará siempre inquieto mientras no descanse en ti”