Lo primero y más importante es saber que para poder ayudar a tu hijo tenés que tener clarísimo ¿qué es la autoestima?
La autoestima es el convencimiento de que uno es digno de ser amado por sí mismo y por los demás, por el simple hecho de ser, y no por lo que se tenga o se haga.
También hay que saber que todos hemos sido creados para ser felices y la felicidad viene del poder amar y ser amados.
Pero, no se puede amar lo que no se conoce.
Por eso, la autoestima se fundamenta en conocer quién soy y para qué estoy hecho.
Y, ¿cómo puede descubrir esto mi hijo?
Desde el nacimiento, tu hijo se descubre a sí mismo a través de tu mirada.
Él aprende a amarse por cómo vos lo amás primero.
Por eso, es súper importante que le regalés a tu hijo un apego seguro y amoroso, en el que él pueda sentirse verdaderamente amado.
Aquí te regalo unas claves:
- Abrazos, besos, tiempo para escucharlo.
- Nunca dejarlo solo o llorando.
- Que tu hijo sepa que siempre tendrá unos brazos que lo acojan incondicionalmente.
- Que sepa que tu Amor no depende de si se porta bien o de si cumple con tus expectativas.
- Y en vez de decir “sos muy bella” hay que ser más específicos: “tenés una sonrisa muy linda” o “tenés un pelo brillante y hermoso”.
- Que tu hijo sepa que tu amor no depende de lo que él haga o tenga sino de quien es
- Ponerle normas y límites claros, justos y firmes
- Que nunca te falte la ternura cuando lo alagues o corrijas.
¿Qué pasa si no le doy un apego seguro a mi hijo?
Si tu niño no tiene figuras de apego seguro en la infancia es imposible que supla después esta carencia, ya que es algo que solo se puede vivir en la infancia.
El niño se vuelve inseguro, con dificultad para resolver problemas, dependiente y con dificultad para abrirse a las demás personas y al mundo.
Pero recordá bien esto.
Para aprender a amarnos, primero tenemos que ser amados.
Y, ¿quién Amó a nuestros hijos incluso antes de nacer?
Nuestro Padre Dios.
Regalale a tus hijos la fe en un Dios bueno que les ama infinitamente.